Statement:

Mi búsqueda gira siempre en torno a la identidad y los atributos que sustentan la idea del “yo”: los dobles sentidos, las capas de significado, el diálogo con lo popular y el respeto hacia lo sencillo definen mis trabajos. La fotografía familiar se convierte en el eje vertebrador de mis propuestas, que derivan en instalaciones en el espacio en las que el espectador siempre es participe.

La ropa como signo para el reconocimiento


“…La indumentaria es el medio a través del cual proyectamos públicamente nuestra identidad concreta: nuestra clase social, nuestro género, nuestra sexualidad…”
Richard Noble

Dentro de la intrincada red de símbolos y significados que sirven para hablar de la identidad, la ropa se constituye como un territorio más para la demarcación de la “opción elegida”. Aunque finalmente, el traje se convierte para el cuerpo, en regulador, en signo de reconocimiento, de pertenencia, como mecanismo social. En una dialéctica entre estandarización (uniforme), e identificación de la elección elegida. Y es que finalmente la ropa siempre es un uniforme.

“…Permite que nos confundamos con un grupo, nos protege…”
Maria Luisa Frisa[1]

El uniforme (la vestimenta) te valida dentro de un grupo, refiere inevitablemente a la atenuación de la individualidad. En una idea de identidad, que ya no viene dada desde el individuo, sino desde el grupo.

“…El uniforme ha hecho un milagro, ha transformado en héroe a un hombre…”
Maria Luisa Frisa[2].

En “Andamiaje de lo personal” la ropa se conforma más que como un signo de reconocimiento, como un espacio para la transformación del cuerpo, homogeneizándolo o no; desde el disfraz que tome la vestimenta, que repito, siempre será metáfora de cuerpo. En “Andamiaje de lo personal” la ropa se convierte en uniforme revelador que permite la asunción del rol presentado, relativizando el cuerpo a mera construcción de sujeción de esa ropa.

“…construimos imágenes de nosotros mismos y las proyectamos a través de nuestras apariencias, apariencias que ejemplifican la sumisión o el cuestionamiento de los roles sociales asignados y el posicionamiento, o no, dentro de la jerarquía establecida…”
J.M. García Cortes[3]

El cuerpo, la piel, como elemento también cambiante en estas transformaciones como consecuencia. Como generadora en mi trabajo, y consecuencia para mi vida. Siendo las fotos que presento en este proyecto, además, testimonio de esa transformación que ha acompañado a mi cuerpo, convertido en reseña temporal acumulativa, en el almanaque que es en “Andamiaje de lo personal”.



[1] “Destruir”. “Uniformes”. Revista Exit, nº 27. Septiembre 2007. Página 42.
[2] “Order and Disorder” Edizione Charta y Pitti Immagine, 2000. pp190-194
[3] “Construyendo Masculinidades” en el catálogo “Héroes Caídos, Masculinidad y representación”. Página 35.