Statement:

Mi búsqueda gira siempre en torno a la identidad y los atributos que sustentan la idea del “yo”: los dobles sentidos, las capas de significado, el diálogo con lo popular y el respeto hacia lo sencillo definen mis trabajos. La fotografía familiar se convierte en el eje vertebrador de mis propuestas, que derivan en instalaciones en el espacio en las que el espectador siempre es participe.

El álbum familiar de Noé /por Pedro Casusol

Es papá, mamá, hijo, hermana, abuelo y hasta bisabuela, todo al mismo tiempo. Noé Bermejo, artista leonés de 26 años, recrea ceremonias familiares mientras sufre una serie de transformaciones en su taller, en Valencia. Pase y conozca al hombre detrás de su metamorfosis.

Encontramos a Noé Bermejo sentado en un café de Benimacet, barrio de Valencia donde trabaja. Está vestido con una camisa estampada con pequeñas flores, una chompa roja y un jean azul holgado; una barba le cubre la cara y lleva impresa bajo el bigote una sonrisa de un millón de dólares. Pide un café y unas tostadas con tomate. Así, luego de saludarnos y tomar asiento, espero muy quieto que comience su transformación. ¿En qué momento pasará de ser el risueño joven que se ríe a ser la madre dispuesta a cuidar a su primogénito hasta el último día de su vida, o el niño vestido de marinerito –como Quico, así se estila en España– a punto de hacer su primera comunión?
Noé Bermejo es dulce, guapo e inspira tanta confianza que mi novia ya se quiere quedar en Valencia. Su taller queda a pocas cuadras del café y es ahí donde guarda sus disfraces: vestidos, ternos, chalecos y hasta un traje de novia que alguien encontró en la basura –y es que aquí se recicla todo–. Su transformación más grande, sin embargo, ocurrió hace años. A los veinte, Noé pesaba cincuenta kilos más y había vivido escondido de la cámara por una década.
Su primera serie fotográfica, “Los primogénitos”, fue un trabajo universitario en el que Noé se autorretrató por primera vez interpretando distintos modelos de la masculinidad española. “Para mí son las fotos más violentas, las más duras. Surgieron de forma casi terapéutica”, confiesa. Fue como si un día Noé se levantara y dijera: vamos a enfrentarnos a la imagen que generamos, vamos a sentarnos delante de la cámara y ver qué pasa. Tras esta experiencia, siguió trabajando con fotografía y utilizando su propio cuerpo como materia prima.
Hoy su trabajo consiste en lo siguiente: Noé encuentra algún retrato familiar que ha ido rodando por la casa de sus padres como figurita Navarrete olvidada, decide llevarla a su estudio, armar el escenario, conseguir la indumentaria apropiada y autorretratarse imitando a sus antepasados; no importa si en la foto original aparece su tía lejana, su abuela o su madre casándose, él no tiene problema en travestirse. Ese el homenaje que Noé le hace a su familia y es a la vez una provocación. “Me interesan esos dogmas que el álbum de familia se empeña en inculcarnos, este orden que establece”, afirma. En su trabajo más reciente, Bermejo pintó a mano una escenografía como las de antaño y capturó una foto en donde él es toda la ficticia familia Elegancia: padre, madre, hermano, hermana y hasta bebé recién nacido.
Para sus exposiciones utiliza muebles de anticuario y coloca sus fotos en pequeños cuadros de marco rococó. “Esta serie que estoy haciendo funciona por acumulación. Mientras más barroco y mientras más personajes, mejor”, asegura. Las instalaciones de Noé se parecen mucho a la casa de mi tía Gertrudis, excepto que en todos y en cada uno de estos cuadros está retratada la misma persona con la asombrosa capacidad de multiplicarse. Lo que Noe Bermejo trata decirnos con esto es que se puede construir toda una personalidad a través de la ropa y de la pose. Porque hablar de roles es hablar de lugares comunes y un álbum de familia es un lugar común por excelencia. “Eso que te da valor e independencia al final es mentira, es súper común y mi álbum de familia es exactamente igual que el tuyo. Mi tía casándose es igual a tu tía casándose”, concluye, dándole la estocada final a nuestros recuerdos.

............

Mil gracias gracias por el cariño con el que has hecho el texto