Noé Bermejo: "ancestros"

Colección de retratos fotográficos elaborados mediante distintos técnicas en las que el propio artista encarna distintos roles, tantos femeninos como masculinos.

El tratamiento dado a las fotografías hacen que estas tomen un cierto aspecto antiguo, simulando ser retratos de unos ancestros.

Si de algo es capaz la fotografía es de crear certificados de existencia. No solo ilustra la memoria sino que además la capacita y la genera. Esta colección de fotografías juega con esa capacidad de congelar el tiempo que tiene la fotografía, construyendo este gabinete de monstruos apócrifos de una genealogía construida.

Foto/instalación de medidas variables

Fotografía y mobiliario

2001/2009

Trabajando siempre circundando a la idea de retrato. Retratos como género, pero también agenéricos, como algo que va más allá, e incluso “al más allá” de la mera representación. Un retrato habla de aquello que quieres enseñar, es un acto de exhibicionismo, surge del bienestar consigo mismo, o quizás de todo lo contrario. Puede ser el retrato de un antepasado, la materialización de un recuerdo; puede ser un retrato de familia, ejemplificador ante unos hijos de cómo deberían de ser o estar. Y es que el padre elegirá la pose que ha de poner su familia ante el tiempo y las miradas ajenas, reivindicando su categoría y su estatus como cabeza de familia.

“…el álbum de familia supone una relación privilegiada con el tiempo, una idea de que la identidad se construye a través de la continuidad y la memoria. Las imágenes mismas tienen status de icono: imágenes con aura y halo, irremplazables y cargadas materialmente de pasado…”

Juan Miguel Sánchez Vigil